EL EQUIPO

Pues bien, estos somos nosotros. Dispuestos a todo.

ANALIZANDO EL TERRENO.

Comenzamos analizando el terreno, escapando de la umbría y de los suelos más duros cercanos al Cerro de los alacranes, para localizar la ubicación más óptima de nuestro huerto. 

Estamos alegres, contentos, animosos. Hay tosca. Como roca. ¡Ánimo marañones!

POSIBLES UBICACIONES.

Después de hacer las correspondientes catas del suelo, nos encontramos con que las posibles ubicaciones de nuestro huerto podían ser alguna de las que a continuación se muestran. 

Decidimos quedarnos con la más cercana al edificio porque se dispone de sol abundante, riego cercano y porque el terreno parecía ser el más propicio.

ARANDO.

Tras considerar el terreno propicio, el primer paso fue ararlo. 

El suelo estaba muy duro. Por este motivo se decidió que esta labor la llevara a cabo un vecino de la localidad con maquinaria agrícola pesada, con su tractor. 

Nos costó un poco que entrase hasta el sitio. Llevaba el arado enganchado y había zonas en las que el paso era estrecho. Aun así lo conseguimos,  aunque nos encontramos con la dificultad de la dureza de una tierra que nunca había sido labrada, en la que las "palillas" del arado rebotaban "como pelotas en el suelo". 

Al final, como todo en la vida, "el que sigue, lo consigue".  Aquí tenéis el resultado.

PREPARANDO EL TERRENO.

Una vez arado, preparamos las lindes, acotamos el terreno y despejamos de piedras y malas hierbas los alrededores.

AÑADIENDO SUSTRATO.

Una vez arado el terreno, pensamos en añadirle sustrato al suelo. Este suelo no es el más adecuado,  por eso le echamos tierra lama. Una buena idea.

Para esta acción contamos con la ayuda de una empresa de áridos que nos facilitó 9 metros de este tipo de sustrato. 

También, como cuando realizamos la roturación del terreno, tuvimos algún problemilla para acceder al lugar, pero logramos salvar los escollos y continuar adelante.

Aquí estamos dándole vueltas "al asunto" porque ahora toca extenderla.

UNOS CARDAN LA LANA Y OTROS EXTIENDEN LA LAMA.

Bueno, pues nos ponemos manos a la obra y poquito a poco vamos extendiendo el sustrato, la tierra lama. Es pesado pero, con tiempo y una caña...